La soberbia de los académicos

Por Jesús Chávez Marín

Estridente es la soberbia, incendio de un instante al que sigue la íntima derrota, silenciosa. En la vida pública del siglo 21, los grupos que generan más compartimientos estancos, en el concepto de Ortega y Gasset, son algunos académicos de las universidades: viven casi aislados manejando…

Los 15 de Ofelia Nayeli

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

La familia de Frank vive en San Andrés y allá fueron él  su mamá y su novia a los…

Blusas ajustadas

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Jazmín tenía la costumbre de preguntar, no podía contenerse. Aunque eso le había causado algunos tropiezos, también le había conseguido claridad en las acciones de su vida; en el balance, su sistema salía ganando. Por eso el martes pasado, luego de una cena…

Libertad

 Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

El hombre estaba sentado sobre un sucio camastro, único mueble del pequeño cuarto; el olor de la sofocada habitación era intenso, desagradable, y todo parecía oscuro, a pesar de que sus…

Seguir como ella es

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

A su vida llegó el amor, dizque a curar y a enriquecer la vida.

 Pero en su interior, a pesar de decirse enamorada, sabe que eso no es del todo cierto.

“No te hagas tonta”, piensa ella.

“Pregonas que las buenas relaciones son aquellas en las que…

Señales

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Jazmín  se sentó en una de las bancas de La Plaza de Armas.…

Jazz 

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

―Atziri, Lizz, tengo que contarles lo que me pasó ―dijo Jazmín con un tono alborotado.

―Ándale, sube a la camioneta que…

En frío

 Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Cuando estaba  en la facultad, había un amigo que me gustaba un chorro, pero yo estaba muy verde para ese tipo de cosas; en cambio él era todo un experto, así me lo parecía. Luego de dos sonrisitas comenzó a cortejarme y caí redonda. Me sentía la mujer más afortunada del planeta.

 Durante…

Arqueología 

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Mi amigo Fernando vino a Chihuahua y lo llevé a…

El molino del insomnio

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Esteban abrió los ojos en medio de la oscuridad de su cuarto. Sobre la barda que se veía desde la ventana caminaba un sigiloso gato. En ese momento, un témpano de libros se hizo pedazos en el umbral de su cerebro dañado;…

Tu música en mí

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Arturo durante mucho tiempo fue mi mejor amigo. Le pedía consejos, me cuidaba, íbamos al teatro, platicábamos horas;…

Incienso

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

No soy una mujer complicada, aunque algunos de mis amigos dicen que sí. Igual pensaba mi ex marido, sobre todo en los últimos meses de nuestro matrimonio, que se habían vuelto una relación tormentosa.

En ese tiempo yo había…

La Ruta 4 

 Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Dejé mi automóvil arreglando en un taller que queda lejísimos y me regresé muy fastidiada en el camión. A los diez minutos escuché una voz de mi pasado: Chofer, ¿me da chanza? El conductor afirmó con un gesto, y el hombre de la guitarra se fue por el pasillo hasta el fondo del…

El yoga

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Cuando me divorcié decidí cambiar de ciudad, dejé Las Cruces donde ya me habían aceptado como profesora en el Community Collage para dar clases de literatura mexicana, y me vine a Chihuahua a empezar de cero.

 A la vuelta de tres años ya tenía mi casa y poco a poco había creado un…

El cuadro

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Había salido de vacaciones de la temporada de Navidad, y el primer día me levanté temprano como siempre, para disfrutar mi libertad.  En lugar de asistir a la oficina donde trabajo todo el año, me complacía caminar por las calles del centro, sin horario, y entrar a la cafetería Degá,…

Fayuca

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

 Te vas a…

El cine

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez…

Interruptus

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

  ―Hola, qué milagro que te asomas por el skype. No puedo chatear contigo largo y tendido ahora, estoy en clase de literatura chicana. Pero cuéntame rapidito, ¿cómo estás?, hace rato que no sabía de ti.

 ―Pues me ha ido bien, estoy de paso en Juárez. Si quieres voy a verte, ¿cuál es tu…

El puente

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

 No creo en presagios ni conjuros, pero una vez en el puente de El Paso vi a la muerte. Alejandro, que en ese entonces era mi pareja, fue por mí a Las Cruces, donde yo estudiaba. Llegamos en autobús y caminábamos hacia Juárez cuando vi a lo lejos una mujer que venía por la acera de…

El grado cero del tiempo

Por Arelí Chavira y Jesús Chávez Marín

Después de la destrucción nuclear, los relojes electrónicos siguieron marcando las horas de un tiempo que ya no existe.