En la lealtad a mi corazón,
se encierran toda mi felicidad
y toda mi bondad,
no sigo otro consejo,
no atiendo otra norma,
no creo en otra verdad.

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A Teresa Moral Carpio

La indulgencia a todo humano
tenemos que dispensar
para evitarnos cargar
con el sufrimiento vano
del odio frío a un hermano 
pero la hueca careta
que sobre su rostro aprieta
el hombre a sí desleal
es la semilla del mal
y mi corazón la reta.

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Tienes el alma

atravesada de infancia,

pareces una niñita buena,

tan buena que no quiere molestar

y no pide las caricias que ansía

y, solo con imaginar

la soledad de tu corazón,

tan hermoso y tan sencillo,

siento ansias infinitas

de verter en ti torrentes de cariño

brotando de mis hondas venas

y no parar de henchir tu pecho

hasta que no te quepa más felicidad

y la empieces a desbordar.…

Dejadme

con mi pizquita de tristeza,

con mi gotita de amargura,

si, con frialdad, me la arranco

y la arrojo al olvido

cuando me asoma en el corazón,

me quedaré sin alma,

no me pidáis que deje de ser

aquel niño triste

atormentado por la culpa y las humillaciones

o aquel agricultor

cuya frente sudaba y se desolaba a un tiempo

o el joven que anhelaba un amor

para su solitaria isla

con el corazón bañado de olas muertas,…

Todo el miedo a vivir,
todo el horror a los sentimientos cesa
cuando descubrimos que la muerte
también nos llamará a nosotros.

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A Txaro Cárdenas 

     El cadáver tenía que ser llevado al tanatorio y había que subirlo al coche. Un familiar le dijo a un muchacho que buscara gente de la que había en la casa para transportar el cadáver y también a alguien para que se quedara consolando a la viuda mientras hacían los preparativos en el tanatorio. El muchacho obedeció y, al cabo de unos instantes, aparecieron diez hombres fornidos. Cuando el familiar los vio dijo:

     -No hacen falta tantos para llevar el…

¿Qué hay más allá

del calor del corazón?

¿Se llega a alguna parte

corriendo tras el saber o el dinero,

tras el poder o la vanagloria,

tras la sumisión o el prejuicio?

¿A dónde van las multitudes,

qué esperan,

qué creen que es la vida,

por qué derrochan su tiempo,

para qué han nacido?

Yo jamás apagaré

la llama de mi pecho

porque tú la encendiste

y a ti me debo

como a mi único dios.…

A Juana María Díaz

La humillación y la culpa,

en amargura y horror,

toda mi vida han envuelto

colmándola de dolor,

solitarios y sombríos,

sin orgullo y sin amor,

pasaban todos mis días,

sediento mi corazón,

mi dignidad fue vejada

con hiriente obstinación

en los años de mi infancia

y mi espíritu enfermó,

desde entonces, muchas veces

me he sentido sin razón

objeto de cruel escarnio,

odio y…

¡Cuánta soledad y silencio hacen falta
para escuchar al alma!
No quiero los tesoros de este mundo
sino una tibia llama
ardiendo en mi corazón.

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Quiero una oscuridad profunda,
apacible y liberadora,
y miríadas de estrellas
brotando de la negrura.

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El mar no es tan vasto

ni extiende tan lejos su horizonte

como mi voluntad de adorarte,

el mar no es tan profundo

como el ansia que me posee,

el mar no se agita tanto

como mis entrañas inflamadas,

el mar no es tan potente y majestuoso,

tan furioso y anhelante

como la fuerza de mi afecto por ti,

mi sentimiento se ha hecho

más desmedido que él

pues se inspira en tu sencillez,

infinita y perturbadora.…

Yo quiero ser amigo de los ángeles,

quiero que la dulce luz

de sus rostros y sus espíritus

me haga compañía,

quiero la caricia de sus corazones,

el calor de su mirada,

la música de sus palabras,

quiero serles simpático,

conseguir su bondadoso afecto,

caminar entre ellos

con alma de infancia

desnuda y sencilla,

no quiero mi aliento amargo

por un orgullo frustrado

quiero que los ángeles me levanten

del lodo humillante,…

A Cristina Gama

De bellezas, está repleta mi amor,

pocitos de miel son sus ojos dorados

con negrísimas pestañas adornados,

espinas que hieren sin causar dolor.

Su boca marina supera a la flor

pues no he visto labios de tan bella espuma

ni la rosa más hermosa se perfuma

el aliento con tan delicado olor.

Sabe asimismo, amiga, que es tan oscuro

su cabello cual la noche tenebrosa

y opulento como cascada furiosa,

gracia y aderezo del…

Demasiado tiempo, revolviéndome

contra mi reflejo

bajo el tormento de la culpa,

reviviendo las heridas de mi orgullo

recibidas en tiempos

de intolerancia y sordidez,

hundida mi alma en la desolación y el miedo

que el escarnio y el desprecio dejaron

en mi frágil hondura,

demasiado tiempo, creyendo

en la mentira del odio,

instrumento de esclavitud de los hombres,

entregado a un resentimiento inútil,

añorando una expiación…

Mi afán es enamorarte

con cada una de mis acciones,

merecer el afecto

del más deleitoso ángel,

por ti arranco belleza a las palabras

y las cargo

con el resplandor de la verdad,

por ti trabajo

por la felicidad de mis semejantes

y por traer a la Tierra el Paraíso,

por ti dejo que la alegría y la indulgencia

conquisten mi ánimo

y despejen la sombra que me subyugaba,

por ti limpio mi espíritu

para ser llama pura de bondad…

Ábrete a mí, sublime rosa,
hasta en lo más hondo de mi corazón,
estoy exaltando y adorando
tu esencia más íntima.

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Mis ramas se alzan al cielo

cubiertas de hermosas hojas,

el viento las balancea

y las penetra con desembarazo,

no hay vergüenza en mi savia,

ni humillada sumisión,

crezco hacia mi deseo

con un orgullo sano,

mis raíces me empujan

hacia mi insólito destino,

aun siendo un humilde árbol,

no hay como yo en la Tierra,

soy la puerta del infinito

y cada instante es mi eternidad.…

A mi amada 

1.

     Alcanzó la felicidad quedándose solo por dentro.

2.

     Los vecinos lo aislaron porque era solitario.

3.

     Aumentaron sus amigos y su soledad simultáneamente.

4.

     Entró en el ejército para tener compañía.

5.

     Se sentía querido porque lo controlaban mucho.

6.

     La rodeaban los hombres porque era guapa.

7.

     Cuando todos callaron, escuchó a su…

Morir parece espantoso,

se apaga la llama

y ya no hay nada más

pero a mí ya no me hiere,

ya no me amarga el alma

porque tú tienes

en el hueco de tus manos,

que anhelo besar entregándole

todo mi aliento,

la jubilosa eternidad para mí,

eso es tu belleza y tu ternura,

tu pureza y tu indulgencia

que me pueblan todo el ser

porque he hecho de ti hermana mía

y mi horizonte ha alcanzado el infinito

pues he convertido en mi…

A María González Pineda

Hay personas que me juzgan

con desdén y con dureza

porque mi palabra, a veces,

no es mesurada y correcta

mas el negro sentimiento

que me domina y encrespa

no me vale su desprecio

si mis labios lo silencian

su enemistad les permito,

otro remedio no queda

pues no tengo aunque poeta

tirabuzón en mi lengua.

Me dicen que soy grosero

quienes no tienen vergüenza

porque expreso sin ambages…